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El 20 de enero de 2025 se cumplen 10 años de la trágica muerte del fiscal Alberto Nisman, un caso que marcó un antes y un después en la historia política y judicial de Argentina. Este aniversario cobra una relevancia especial tras el reciente informe de la Justicia que ratifica de manera concluyente que el fiscal fue asesinado, echando por tierra las hipótesis de suicidio que circularon en los primeros años del caso.

Un caso que conmocionó al país
El fiscal fue encontrado sin vida en su departamento de Puerto Madero el 18 de enero de 2015, apenas horas antes de que presentara pruebas de una denuncia que involucraba a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a miembros de su gobierno en un supuesto encubrimiento del atentado contra la AMIA, el ataque terrorista más grave en la historia argentina
La muerte de Nisman desató una crisis política sin precedentes. Masivas movilizaciones se llevaron a cabo en las calles del país exigiendo justicia y el esclarecimiento de un caso que, para muchos, simbolizaba la corrupción e impunidad en las más altas esferas del poder.
Impacto y memoria
A 20 años de su muerte, la figura de Alberto Nisman sigue dividiendo opiniones, pero para muchos argentinos se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la corrupción y por la verdad. Sus hijas y familiares, que nunca dejaron de buscar justicia, participaron en un acto conmemorativo en Buenos Aires, donde miles de personas se reunieron bajo la consigna “Justicia por Nisman”.
Organizaciones de derechos humanos y referentes de la oposición han aprovechado el aniversario para renovar su reclamo de que se identifique y juzgue a los responsables materiales e intelectuales del asesinato.
Un legado de preguntas
El asesinato de Nisman dejó una profunda huella en la sociedad argentina, evidenciando las tensiones entre el poder político y la independencia judicial. Su muerte marcó una década de debates intensos sobre el estado de derecho y la transparencia en las instituciones del país.
A dos décadas de aquel fatídico día, el caso Nisman sigue siendo un recordatorio de los riesgos que enfrentan quienes buscan exponer la corrupción en el poder. Aunque la Justicia ha dado un paso importante al confirmar que se trató de un asesinato, la deuda con la verdad completa y la rendición de cuentas persiste.